Al presentar ante ingenieros organizados de México las dos opciones para el nuevo Aeropuerto Internacional de México, el futuro secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, solicitó una respuesta objetiva y verificable antes del 5 de septiembre.
Durante una reunión celebrada en el Palacio de Minería, ofreció a su vez el compromiso del futuro gobierno de no inclinar la balanza hacia ninguna de las dos alternativas: continuar la construcción del nuevo aeropuerto en marcha o construir dos pistas en Santa Lucía.
Estableció como plazo para recibir las opiniones el 5 de septiembre, y aunque reconoció que es poco tiempo confió en la experiencia de los ingenieros mexicanos para dar una respuesta formal.
“Prolongar más la decisión aumentaría la incertidumbre y generaría gastos excesivos”, advirtió y, por ello, pidió que esté lista la opinión en el plazo establecido para después llevarla a consulta con la población, en un ejercicio de democracia participativa.
Acompañado por los ingenieros Salvador Landeros, Ascensión Medina y José Albarrán, lideres de algunas de las agrupaciones de ingenieros más representativas de México, expuso que la intención es que el debate sea informado y la decisión se tome con plena conciencia.
En este diálogo establecido con los ingenieros reunidos en la antigua capilla del Palacio de Minería, alguno le planteó que antes de establecer el cuestionario de la eventual encuesta se les presente para estar seguros de que las preguntas están bien planteadas.
De esta forma, quedó establecido el plazo del 5 de septiembre para que los ingenieros entreguen al equipo de López Obrador su respuesta técnica.